Si me permiten comenzar con una anécdota cinematográfica, recuerdo una escena de una comedia española titulada “el alegre divorciado” en la que el actor Paco Martínez-Soria tenía terminantemente prohibido comer huevos fritos porque le sentaban fatal. En el momento en que se encuentra libre de vigilancia, el aragonés se mete un atracón de este manjar y, como todos imaginan, termina enfermo de lo que él denomina “cólico por huevitis fritis”.

Durante mucho tiempo los huevos no han gozado de buena fama y su contenido en colesterol les ha granjeado la animadversión de muchos nutricionistas que en sus consejos incluían una reducción del consumo de huevos.

Sin embargo, en los últimos años cada vez aparecen más y más estudios que señalan al humilde huevo como uno de los alimentos más interesantes de nuestra dieta. Los artículos científicos se empiezan a acumular y señalan que una dieta rica en huevos no significa necesariamente un aumento de riesgos cardiovasculares. La propia Fundación española para el corazón recomienda su consumo en su página web.

Uno de los estudios más amplios realizados hasta la fecha lo llevó a cabo el Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra que realizó un completo seguimiento a la dieta, el estilo de vida y las enfermedades de 14.185 estudiantes voluntarios durante periodo medio de seis años. Los resultados se publicaron en 2011 en la revista European Journal of Clinical Nutrition (Nature), con algunas conclusiones reveladoras: las personas con una dieta rica en huevos (4 o más a la semana) no tenían más riesgo de sufrir un problema cardiovascular (infarto de miocardio, ictus, bypass u otro procedimiento de revascularización coronaria) que aquellos que tomaban menos de uno a la semana.

Esas conclusiones fueron similares a las que encontró otro equipo de investigadores del Charles Perkins Centre research en Australia que en 2015 publicó otro estudio en voluntarios con diabetes tipo 2, que no solo no encontraron aumento de riesgo cardiovascular en los sujetos con dietas ricas en huevo, sino que incluso encontraron diversas ventajas.

El nuevo estudio no encuentra un aumento de riesgo cardiovascular en dietas ricas en huevo, incluso entre pacientes con diabetes tipo 2.

A todos estos trabajos, hay que sumar otro importante estudio publicado hace unas semanas en la Revista The American Journal of Clinical Nutrition. En esta ocasión han sido investigadores de la Universidad de Sydney quienes han ido más allá afirmando que “comer hasta doce huevos a la semana no aumenta los factores de riesgo cardiovascular, ni siquiera en personas con diabetes tipo 2”.

El método para realizar este tipo de estudios es bastante simple: buscas un buen número de participantes (en este caso fueron 128 voluntarios afectados por prediabetes o diabetes tipo 2), los divides en dos grupos con diferentes dietas (para tener uno de ellos como control) y comparas los resultados al finalizar el experimento.

En el caso del artículo publicado, los investigadores australianos siguieron la dieta y hábitos de estos 128 voluntarios durante un año. Uno de los grupos disfrutó de una dieta rica en huevos (incluso doce huevos semanales) mientras que el segundo grupo tan solo tenía permitido comer dos huevos a la semana.

Transcurrido un año, los investigadores comprobaron todos los parámetros y factores de riesgo cardiovascular en ambos grupos y descubrieron que no había diferencias significativas entre ellos. De hecho, ni siquiera observaron un aumento de peso en los voluntarios que habían llevado la dieta que incluía una docena de huevos semanal.

En estos casos, y ante este tipo de estudios, siempre es conveniente ser prudente y no realizar afirmaciones tajantes que luego puedan ser desmentidas en posteriores artículos, no obstante, la evidencia acumulada en todos estos años permite a los amantes de este producto ser más optimistas y tener menos miedo cuando estamos frente al plato.


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